Nothing seems to break me
No matter how hard I fall
Nothing can break me at all
Not one for giving up though not invincible I know
Un fin de semana muy emocionante y muy intenso. Algo más de 27 años sin pasar por allí, y ya durante el viaje mis
recuerdos empezaban a pasear por mi mente. Al llegar a la ciudad encontré muchos, muchos cambios… pero al mismo tiempo, todo lo que recordaba seguía allí… Un paseo por sus calles, contemplándolo todo con cuidado con cariño con ilusión, recordándolo todo…
Llegar a aquel lugar donde muchos, muchos años atrás hubo
un charco que juntos los dos limpiamos de papeles y basuras para crear el espejo perfecto para que pudieras hacer aquella foto de un atardecer con la niebla muy baja en la bahía y con vistas al Monte Igueldo a contraluz… tuve que contener una lágrima, pero rápidamente la cambié por una sonrisa y la sumergí en el tiempo…
Un entreno divertido gracias a
Marathon Man #laVidaMola, rodeado de gente, bordeando la bahía por toda la
Playa de la Concha (incluso me di el gustazo de dar unas zancadas al trote por su arena), mirando a la isla Santa Clara, observando la barandilla del paseo, recordándonos a los cuatro en ese mismo escenario en los años 80, respirando el ambiente actual, disfrutando de la buena predisposición y la simpatía de la gente ante los «forasteros»… hasta llegar al
Peine del Viento… el Mar Cantábrico, las olas, el viento, susurros, caricias de aire, suspiros, ¿cuántas personas se habrán sentado allí un ratito a ordenar y revolver sus pensamientos?
Activación hecha, desplazamiento a la frontera con Francia, entrar y salir varias veces en el país vecino, la feria del corredor, un paseo por Hondarribia, vuelta a San Sebastián, inevitable tomarse un pintxo con un zurito, buena charla, muchas anécdotas… y a soñar con otra meta al día siguiente!
Combinar todas estas emociones, recuerdos, sensaciones, compañía, y disfrute, con mi mejor resultado del año en carrera, en una carrera mítica! Al cruzar la meta miré a algún lugar, entre las estrellas que en ese momento no se veían, buscándote emocionado y besé esa medalla, ésta es de los dos! Ha sido increíble, rápido e intenso como un sueño… gracias
Mrs Lagataclu y
Mr Tonche, mis compañeros de viaje, sois enormes! Y sí, la vida mola!
De verdad, impresionante, espectacular, asombrosa, inigualable la
Behobia – San Sebastian, todo corredor debería pasar por aquí al menos una vez! Aupa! Iruaaaj!!!
Mr. TEE