En cuanto a la salud, sí que se ha notado. En Enero mi hernia me provocaba un dolor continuo en la espalda con algunas punzadas más intensas en determinados momentos del día. A día de hoy, prácticamente no tengo molestias. La lesión sigue ahí, y de vez en cuando me lo recuerda la espalda, pero no es significativo. El deporte sirve para mejorar tu estado de salud, ya lo creo.
¿Sensaciones? Pues también hacia arriba. El hecho de ir consiguiendo pequeñas metas personales te hace afrontar con ilusión la siguiente. Y además esas sensaciones se transmiten también al resto de aspectos de tu día a día. Las preocupaciones pueden seguir ahí, lo importante es afrontarlas con las pilas cargadas.
Y en cuanto al deporte en sí, pues también voy mejorando y aprendiendo cosas, poco a poco.
Cuando empecé en enero, esforzándome "a tope" los pocos días que conseguí salir a correr, el tiempo era cercano si no superior a los 6 min/km. El mes de febrero lo dejé en blanco (tuve un problemilla con una úlcera en la córnea, y además tuve bastante dolor en la espalda). El mes de marzo fue de inflexión; quería hacer la media maratón, y con lo hecho en los dos meses previos no era suficiente ni mucho menos; salí a correr 3 ó 4 veces en total durante las 3 semanas anteriores al día de la carrera, probándome 10 días antes en una tanda larga de casi 17 km, para ver a qué podía enfrentarme. Y sin tenerlas todas conmigo, decidí correr. Una gran decisión, y muy acertada. Completé la MMMlg con un ritmo medio de 5:26, bastante mejor de lo que esperaba, aunque es cierto que la falta de entrenamiento se notó mucho en los últimos 3 km, que tuve que bajar bastante el paso y entrar en la meta bastante justito de energías. Pero contento, muy contento.
La media maratón me dio confianza, y ya en los meses de abril y mayo he sido capaz de mentalizarme y salir a correr de forma habitual. He mejorado bastante el ritmo, en torno a los 5 min/km haciendo de 8 a 12 km, en torno a 5:10 ó 5:20 haciendo 15 km ó más, y en torno a 4:40 ó 4:45 para distancias de 6 ó 7 km.
Además, mantengo la sensación de tener margen de mejora aún. No creo que vuelva a los ritmos de hace 18 años, pero sí creo que puedo mejorar lo actual. Durante el verano me marco 2 objetivos:
- Aumentar los km acumulados por semana. Ahora mismo (abril/mayo) vengo haciendo 20 ó veintipocos. Quiero empezar a hacer 30 km ó más por semana. Saliendo 3 días a la semana que es lo que me puedo organizar ahora mismo, más o menos.
- Aumentar la velocidad. Para eso, de vez en cuando estoy haciendo series más cortas; bien de 1 ó 2 km a ritmo superior al habitual; bien de 100 ó 200 metros a sprint.
Si llego a final del verano habiendo hecho estos deberes, podré empezar con el plan para culminar el año de "runneo" como no me hubiera podido imaginar a primero de enero. Es decir, en la última semana de agosto, empezaré el plan para prepararme la Maratón de Málaga que será el 6 de diciembre. Ahora mismo es un objetivo que me queda un poco lejos, pero lo veo alcanzable. Además, es bastante motivador, no es como la media maratón que no me la preparé y la completé decentemente; esto va más allá, si no me preparo bien, no voy a poder terminarla. Así que ese es el próximo GRAN objetivo, ser un finisher. Aún no me he planteado qué tiempo será el objetivo, eso creo que lo sabré en otoño. Pero siendo la primera vez que lo voy a intentar, y ante el desconocimiento de qué significa ese esfuerzo realmente, el sentido común me dice que tendré que ser muy prudente e ir bastante despacito al menos 3/4 partes de la carrera, y al final ver qué sensaciones tengo y qué energías quedan (o no quedan)... Deseadme suerte... :-D
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